Para el manejo de desastres.
Los cambios climáticos se han hecho sentir en toda Centroamérica. A inviernos prolongados, que inician y terminan fuera de temporada, se suman inviernos secos o poco lluviosos. Esto provoca que aumenten las posibilidades de desastres naturales.
Se ha trabajado en alianza con la Dirección Departamental de la Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres -CONRED-, de forma que en el invierno se puede monitorear y prevenir los efectos de las lluvias y las inundaciones, contar con albergues equipados e incluso con la limpieza y el mantenimiento de carreteras, tal es el caso de la Aldea Playa El Semillero, en Tiquisate.